martes, 13 de diciembre de 2011

MENSAJE DE JENNIFER HOFFMAN

3 de Diciembre de 2011

Traducción: Margarita López

Edición: El Manantial del Caduceo

http://www.manantialcaduceo.com.ar/libros.htm

NOTA: Normalmente no subo a mi blog los mensajes publicados por Jennifer ya que tienen amplia difusión por el Manantial del Caduceo, pero considero que esta enseñanza es tan importante qué sí considero necesario publicarla en los blogs. Con amor, Alexiis

¡Saludos!

Les estoy enviando una nueva actualización que voy a empezar diciendo que éste es un ciclo de eclipses y Mercurio retrógrado que no voy a olvidar! Me estoy sintiendo mejor cada día, pero hoy me enteré que mi apéndice estaba canceroso (¡quién lo hubiera dicho!) y aunque el tumor no se había extendido a otras áreas, todavía tengo que hacer seguimiento con un oncólogo para asegurar que no haya cáncer.

No puedo decirles el shock que es para mí, ya que nadie en mi familia tiene cáncer, me cuido bien y nunca he tenido problemas de salud.

Pero hay más en esta historia, como comparto a continuación, y lo estoy compartiendo con ustedes porque sé que lo que me pasa a mí también le está ocurriendo a muchos otros. Espero que esto les ayude en su camino.

La noche del viernes pasado hice planes para armar mi árbol de Navidad el día sábado, hacer algunas diligencias, trabajar un poco y tal vez incluso ver una película. Cuando empecé a sentir dolor en el estómago, pensé que podría tener gastroenteritis, intoxicación o simplemente un malestar estomacal. El dolor no se detuvo y no pude dormir esa noche. Así que el sábado me quedé en mi pijama, tratando de dormir un poco y tomando una variedad de cosas para mi dolor de estómago, que no se iba.

A las 2pm me desperté de una siesta corta y escuché una voz que decía "apendicitis". Me sorprendió, ¿a quién le da apendicitis a los 50 y tantos años? (a mucha gente, según descubrí). Yo nunca he tenido ninguna operación, cuido muy bien de mí misma, como bien, y nunca tengo problemas de salud. Rara vez sufro dolores de cabeza, así que tener algo que pueda requerir cirugía fue impactante.

A las 4pm ya no podía soportar el dolor, que cada vez era peor, y pensé que debía ir a la sala de emergencias para hacerme ver. Así que llamé a mi madre para contarle lo que estaba ocurriendo y que iba a ir al hospital. Por supuesto, pensaba conducir yo misma, pero ella vino y me llevó. Llegamos a las 5pm y a las 10pm ya me estaban operando. Afortunadamente me sentía demasiado mal y un poco desorientada por la medicación para el dolor que me habían dado, para estar muy asustada por la cirugía, pero en ese momento, habría hecho cualquier cosa para librarme del dolor.

Cualquier tipo de cirugía, especialmente con anestesia general, es difícil. Cuando tu cuerpo no está acostumbrado a los productos farmacéuticos, es aún más difícil. Así que la recuperación de la anestesia ha sido lenta y realmente ha consumido mi energía. Estando acostumbrada a tener mucha energía, tener que tomar dos siestas al día y descansar después de la más pequeña actividad, es frustrante. ¡Pero no tengo otra opción porque no tengo nada de energía!

Hoy tuve mi visita post-operatoria con el cirujano, que me revisó los puntos, retiró la cinta y me dijo que estaba sanando bien. Luego dijo que tenía noticias para mí. Resulta que mi apendicectomía no fue de ninguna manera un procedimiento normal. Mi apéndice era tres veces más grande de lo normal y contenía un tumor canceroso grande. El cáncer, llamado carcinoide de células caliciformes, es una forma particularmente agresiva de cáncer que se puede formar en el apéndice, no es fácil de detectar y se extiende al resto del cuerpo muy rápidamente.

Lo primero que me dijo el cirujano es que mi apendicitis fue una gran bendición porque sin ella, el tumor pudo haber crecido sin ser detectado, hasta ser totalmente inoperable. Él ha tenido casos en los que alguien ha venido con dolor de estómago, sólo para encontrarse con este tipo de tumor. Así que solamente cierra la incisión y deja que la persona se vaya a su casa a poner en orden sus asuntos.

El tumor se mantuvo dentro del apéndice así que el pronóstico es bueno y ya empecé hoy la terapia con peróxido de hidrógeno y también estoy tomando bentonita y tierra de diatomeas, las cuales son excelentes para eliminar toxinas. La terapia con peróxido de hidrógeno (apto para uso alimentario) es lo que propuso el Dr. Otto Warburg, quien ganó el Premio Nobel por identificar la causa, presencia y tratamiento del cáncer.

Estoy compartiendo esto con ustedes porque estamos viviendo en tiempos donde las sorpresas pueden en verdad transformarnos la vida y obligarnos a mirarla a ellas y a nosotros mismos de forma diferente. Someterme a una cirugía fue difícil, pero sin ella, algo mucho más maligno (nunca mejor dicho) pudo haber ocurrido. Informarme acerca del tumor fue también transformador, pero me ha impulsado a iniciar un plan de tratamiento que yo sé que ha funcionado para otros.

Pero hay más en esta historia y lo estoy compartiendo con ustedes para mostrarles cómo el Universo conspira para bendecirnos en cada situación.

La noche del miércoles pasado, justo antes de dormirme, sentí como si estuviera conversando con alguien acerca de mi vida y yo tenía miedo de que me iba a morir esa noche. La energía con la que estaba hablando se sentía como Jesús, y estábamos hablando sobre mis planes de vida y qué quería yo hacer ahora. La elección se redujo a un sí o un no: ¿quería vivir o morir? Yo dije en voz alta: "No es hora de marcharme ahora, voy a vivir el resto de esta vida." Luego me fui a dormir. No dormí bien, tuve sueños muy extraños que no puedo recordar y sentía que estaba en lugares extraños, teniendo experiencias extrañas.

Cuando fui a la cama la noche del jueves (anoche), no podía acomodarme, me dolía el cuerpo, no podía dormirme, luego alrededor de las 3am, decidí que iba a dormir y dormir bien (no he dormido la noche completa por una semana). Inmediatamente me dormí, y dormí tan profundamente que me desperté a las 10am el viernes por la mañana, creo que no me moví durante toda la noche y sabía que había estado en algún lugar porque necesité varios minutos para recordar dónde estaba y sentir que estaba en mi cuerpo.

Luego fui al médico esta tarde y recibí la información sobre el tumor. Según el médico, estaba completamente encapsulado en el apéndice y el cáncer no se había extendido a ninguna parte. No estoy asustada ni enojada ni alterada. Estoy muy agradecida por las bendiciones de esta situación aunque llegaron envueltas en mucho dolor, malestar, frustración y ansiedad.

Como maestra y guía, sé que soy una fuente de inspiración e información para muchos, así que estoy compartiendo esto con ustedes, muchos de los cuales están pasando por similares situaciones transformadoras que dan miedo, son confusas y podrían sentirse victimizantes. No es ése el propósito. Y a medida que avanzamos por este período de transición, individualmente y globalmente, es necesario expandir nuestra visión más allá de lo que está pasando para ver su propósito mayor. ¿Qué se supone que debemos aprender de ellos? ¿Qué podemos hacer a nivel físico, mental, emocional y espiritual para cambiar esta energía?

A menudo me han oído decir que hay una lección y una bendición en todo y sin duda yo experimenté eso con esta apendicectomía. Recibí la bendición envuelta en una gran lección, cuyo significado sé que tiene que ver con lo que va a suceder a continuación en mi vida. Hemos estado en un proceso de ‘graduación’ ya por algún tiempo y es hora de que avancemos. Para hacer eso tenemos que comprometernos con nuestro nuevo trayecto y nuestro nuevo yo. ¿Estamos dispuestos a estar en integridad con nuestras vibraciones más elevadas y comprometernos a utilizar nuestros dones, ser nuestro yo más elevado? Si no, la puerta para salir es siempre una opción que podemos tomar. Si nuestra respuesta es “sí”, entonces seremos guiados hacia lo que está pidiendo ser liberado, ya que bloquea nuestra expresión de quiénes somos en las vibraciones superiores.

Los mantendré informados de mi progreso. Pueden ayudarme viéndome a mí, y a ustedes mismos, siendo perfectos, enteros y completos, en un cuerpo sano y fuerte, con células claras, vibrantes y vigorizadas. Sé que lo que le sucede a uno le sucede a todos, y aunque no creo que todos ustedes vayan a tener apendicitis y tumores, sí sé que todo lo que ya no les sirva en su vida será eliminado y ese proceso puede implicar un trabajo interno y externo para el que van a recibir orientación. Escuchen a esa orientación, no los va a guiar en la dirección equivocada.

Una nota final, he estado viendo mucho el nombre del Dr. Warburg en internet en los últimos días, lo que no había sucedido antes ya que su trabajo y resultados han sido muy suprimidos por la comunidad médica.

Así que voy a continuar con mi trabajo, mi misión y este camino, y sé que pase lo que pase con esta situación, será para mi mayor bien y el de todo el mundo.

Gracias por ser parte de mi camino y por el honor de ser parte del suyo.

Gracias de nuevo por tomarse el tiempo para enviar un saludo, bendición, energía o comentario, espero leerlos todos muy pronto, y una pronta recuperación y volver a mi horario normal pronto.

Bendiciones,

Jennifer Hoffman

www.urielheals.com

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